Gatoterapia, conoce como tener un gato mejora la salud
En 2008 se realizó un estudio que abarcó un periodo de duración de 20 años, en el cual quedó reflejado que los dueños de gatos tienen un menor riesgo de desarrollar accidentes de carácter cerebrovasculares. A su vez, aquellas personas que no tuvieron estas mascotas mostraron un 40% más de probabilidad de morir a causa de un infarto.
Por lo tanto, los amantes de los gatos son menos propensos a desarrollar enfermedades crónicas como desequilibrios en el colesterol y los lípidos, o diabetes debido al aumento de los niveles de serotonina y la baja del cortisol en la sangre.
Gracias a la compañía de un animal como este en nuestras vidas se pueden lograr mejoras físicas y psicológicas. Aunque no lo parezca los gatos son más beneficiosos de lo que la mayoría piensa.
Desde Sinergia os damos a conocer los beneficios que aporta tener un felino en tu entorno:
Mejora los síntomas de la depresión y el estrés
El ronroneo de los gatos resulta muy relajante y estimula la concentración y crea un clima en el ambiente muy agradable y acogedor. Las personas que sufren trastornos como el estrés, depresión o ansiedad notarán una notable mejoría al tener un felino en casa.
Ayuda para el Alzheimer, el autismo y el TDAH
Aunque no hay investigaciones que lo afirme científicamente, se conoce que existe una enorme cantidad de casos donde la presencia de un gato ha mejorado la calidad de vida de sus dueños con trastornos de autismo, TDAH o Alzheimer.
Aprende con los más pequeños
Que los niños deban cuidar a sus animales, y en concreto a los gatos, les va a otorgar una responsabilidad que no siempre es fácil, por ejemplo, cuidarlo, educarlo, darle de comer... Aprenderán a ser conscientes de la importancia de tener una mascota en casa. De esta manera fortalecerá los valores del respeto, favoreciendo a la educación de nuestros niños.
No precisan apenas de cuidados
Hay que recordar que un gato sano es un humano saludable. Pese a que un gato no precisa de una constante atención, no habrá que olvidarse de cada vez que haya que visitar al veterinario, mantener la comida adecuada y procurar bañarles para cierto tiempo.